miércoles, 15 de febrero de 2012

Emprender: un camino de obstáculos pero también de grandes recompensas

Cualquier reto profesional entraña sacrificios y dificultades. Aunque la realización personal es una recompensa que merece la pena, implicarse cada día en el trabajo requiere dedicación y energía. Cuando hablamos de emprender un negocio propio este camino es aún más difícil.

El emprendedor tiene una responsabilidad más alta que la de cualquier trabajador y es que sus decisiones influyen de manera decisiva en la marcha de la empresa. Es por esto por lo que en muchas ocasiones un emprendedor puede perder las energías por no verse capaz de enfrentarse a los retos que supone un negocio propio.

La burocracia, la financiación, o la ausencia de un salario fijo son algunos de los factores que juegan en contra del emprendedor. Para combatirlos sus principales armas son sus sueños y sus ilusiones; intentar mantenerlos a toda costa es el reto más difícil al que debe enfrentarse.

La lucha de un emprendedor es constante y requiere sobre todo de planificación; se debe dar a cada situación el valor que merece sin preocuparse en exceso por contratiempos livianos y sin tratar con ligereza asuntos trascendentales.

Además, por otra parte es fundamental que el emprendedor se conozca a sí mismo y sepa tratar con sus fortalezas y debilidades puesto que de ello depende el futuro de su empresa. Igualmente en un negocio las relaciones que se establecen con otros miembros del sector son determinantes y elegir bien éstas y saber mantenerlas también es responsabilidad del emprendedor.

Tener buenos aliados es fundamental pero nunca hasta el punto de delegar en ellos la capacidad de decisión puesto que ésta pertenece sólo al emprendedor. Él es quien debe concentrar y dispersar sus energías conforme a la situación a la que se enfrente.

En una situación de tal presión la equivocación es fácil pero lo importante es que ésta no se tome como una derrota y sí como un hecho que permite al emprendedor aprender de sí mismo y de sus errores.

En definitiva, el camino del emprendedor no es fácil y se caracteriza por un constante aprendizaje; no obstante la satisfacción por los logros obtenidos será mayor aún que la de un trabajador normal.



Fuente: Emprender: un camino de obstáculos pero también de grandes recompensas

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